lunes, 12 de agosto de 2013

LA FELICIDAD

Esta tarde mientras caminaba por la orilla del mar, en las mismas playas donde transcurrió mi infancia, descubrí lo que es la verdadera felicidad. Solo tú y ante tí, un océano. Nada que temer, nadie de quien depender, tan sólo tú y tu alma. Al fondo, el horizonte y en ese horizonte...tus ilusiones y tus sueños. Hay un mar de posibilidades y todas están ahí, disponibles para tí. ¿Cuál quieres elegir?.

Puedes temer el futuro y la incertidumbre pero nada ni nadie pueden decidir tu felicidad. Seguro que encontrarás piedras en el camino y a veces te costará caminar, pero una vez más dejarás que las olas arrastren tus penas y con cada nuevo fracaso nacerá una nueva oportunidad, de la misma manera que cada segundo nace una nueva ola en la espuma del sediento mar.

Ha llegado la hora de la verdad. Fuera mentiras. Fuera excusas. ¿Quién te impide la felicidad?. Ninguna circunstancia o persona te pueden hacer naufragar, tan sólo tú. Puede que el sol te ciegue en ocasiones y que pierdas de vista tu horizonte, pero tú puedes nadar contra corriente, lo has hecho miles de veces. Nada es imposible para tí y puedes construir castillos en la arena e incluso sobrevolar el mar como hace una gaviota a la búsqueda de respuestas. Tan solo necesitas creer en tí, porque sólo tú puedes hacer posible tu realidad. Los límites están dentro de tí. En la inmensidad del mar habita la libertad y esa libertad habita también dentro de tu alma.

Deja en el fondo del mar tus penas, tus temores, tus dudas...La vida te irá dejando huellas, de la misma manera que tus huellas van señalando tu camino al recorrer la arena, pero tu poder es infinito. Recuerda que eres un océano y que puedes llegar a todos los rincones del universo y si sientes que en un determinado momento no puedes hacer nada, ni puedes seguir adelante, no te agobies,  puedes quedarte flotando en el mar y dejar que la corriente te lleve de un lugar a otro, seguro que no te ahogarás, pero...¿llegarás a donde querías llegar?.

Ya es hora de que tomes el timón de tu vida y te dirijas hacia donde quiera que se encuentre tu felicidad. No necesitas un faro que te guíe, ni una luz que te ilumine. La respuesta siempre estará dentro de tí. Si te fijas bien, muchas veces te preguntas  a tí mismo qué es la felicidad y no sabes qué responderte porque siempre buscas aquello que no tienes, en lugar de valorar el momento presente.
 
Esta tarde mientras caminaba por la orilla del mar descubrí que para mí la verdadera felicidad es sentirte bien y si hay algo o alguien que te hacen alejarte de ese estado, ten cuidado, porque entonces estarás renunciando a tu propio bienestar y alejándote de tu propia felicidad. Cierra los ojos y respira profundamente. Estás en paz, todo está bien, tienes salud. ¿Puede existir mayor felicidad?.
 
Sólo tú puedes saber qué te hace feliz. Escucha tu interior y encontrarás la respuesta. Tal vez la felicidad no se pueda ver, ni cuantificar, ni tocar, pero sí se puede sentir y tu corazón y tu alma saben dónde se encuentra. Es como escuchar el sonido del mar. Sabes que esa música te llena de paz. Lo mismo ocurre con la felicidad. No busques fuera de tí mismo, porque entonces nunca la encontrarás. No hay secretos ni magia para la felicidad. Y ahora dime amigo mío:  ¿qué es para tí la felicidad?

 

 

3 comentarios:

  1. Siempre he pensado que la felicidad es algo muy fugaz que sólo aprecias una vez que ha pasado... no obstante sigo buscando una respuesta que me autosatisfaga un poco más.
    Suerte con tu blog, Amparo. Estaré encantada de seguirlo.

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  2. Muchas gracias por tu comentario Pilar. Estoy de acuerdo contigo. A veces solo valoramos la felicidad cuando ha pasado ese instante en el que éramos plenamente felices y no somos conscientes de esa felicidad más que cuando la perdemos. Así es la vida y seguimos sin darnos cuenta de lo importante, el momento presente, en esa búsqueda incesante de nuevos momentos de felicidad. Un abrazo y gracias por leer esta reflexión.

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  3. Amparo creo que como decia otra opinión es reiterativo, mi respuesta es igual a la que puse en La receta de la vida

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