lunes, 27 de julio de 2015

CREANDO NUEVOS ESPACIOS

Hace unos días, tal y como te comentaba en el artículo anterior, doné todos los libros que no voy a leer más y que he ido acumulando a lo largo de los años. Estoy segura que la ONG que los ha recibido encontrará un buen destinatario para ellos y que mis libros podrán seguir compartiendo sus historias y sabiduría a lo largo del tiempo.


Después de hacer esto, me encontré mejor conmigo misma, pero aún sentía demasiado peso sobre mis hombros y entonces me di cuenta que debía proseguir con mi labor de crear nuevos espacios en mi casa y para ello decidí emprender una limpieza general de todos aquellos objetos de decoración, cristalería, accesorios, ropa y electrodomésticos que no voy a necesitar más. Ha sido como hacer una revisión general de mi vida en una sola semana, que es el tiempo que me ha llevado realizar esta ardua tarea.


En primer lugar comencé por los armarios. Tenía vestidos que habían permanecido silenciosamente colgados en una percha durante años y que he guardado por nostalgia o bien porque se me han quedado pequeños y siempre tengo la esperanza de recuperar mi antigua talla y volver a usarlos algún día, algo que sé que no va a suceder, porque tu cuerpo va cambiando a lo largo del tiempo, así como las modas y tus gustos personales y debes asumirlo, así que decidí donarlos y eso por no hablar de aquellas prendas que guardas para ocasiones especiales que nunca llegan a producirse, porque realmente somos nosotros quienes debemos hacer posible que esas ocasiones especiales sucedan con frecuencia y no esperar a que se produzcan solas o tan sólo en instantes fugaces perdidos en el tiempo.


Después decidí deshacerme de algunos objetos de decoración, como una lámpara que siempre se cae al suelo porque no tengo sitio donde ponerla o todos los juegos de café, copas y otros utensilios de cocina que me regalaron cuando me mudé a este apartamento y casi nunca utilizo, así como objetos de decoración que he ido comprando en mercadillos en los viajes que he realizado, cuando si lo piensas bien, los mejores recuerdos son aquellos que atesoras en tu corazón y siempre llevas contigo, como aquellas cenas que solía compartir con mis padres y hermanos el verano pasado en Estambul, en un maravilloso lugar desde cuya terraza se podían divisar las estrellas y la luna, mientras saboreabas los exquisitos platos de la tierra, al son de las canciones de los artistas locales, que con las alegres melodías de sus violines te trasladaban a otra época y te hacían bailar al ritmo de la  luz de las velas. Ese recuerdo es incomparable a cualquier objeto que haya podido adquirir en el Gran Bazar y cuando cierro los ojos, viajo a ese momento y sé que siempre permanecerá conmigo.


En esta ocasión he decidido donar la ropa y objetos a Rastro Betel (www.rastrobetel.org), una de las principales asociaciones no lucrativas de la capital, que se dedica a la recogida de enseres en Madrid. Los artículos retirados de los domicilios de los solicitantes son trasladados a los diferentes rastros que coordinan en la ciudad para su venta. El dinero recaudado se emplea en sufragar un programa de ayuda a personas en situación o riesgo de exclusión social. Creo que esta labor es importante y he decidido apoyarla con esta pequeña iniciativa.


Esta actividad de las asociaciones no lucrativas es fundamental para conseguir apoyos para ayudar a los más desfavorecidos. Sus esfuerzos se centran, sobre todo, en respaldar al colectivo de drogodependientes para lograr su reinserción en la sociedad en condiciones dignas.


Todos deberíamos de hacer, al menos una vez al año, una revisión del espacio en el que vivimos y deshacernos de aquellas cosas que nos estorban y que no vamos a usar más, porque a veces nos aferramos con demasiada fuerza a determinados objetos y tenemos con ellos un vínculo más estrecho que con nosotros mismos. Apenas nos conocemos y eso nos impide avanzar y evolucionar hacia el camino que realmente deseamos seguir en la vida.


Además, los seres humanos creemos que vamos a vivir para siempre y estamos llenos de soberbia, somos incapaces de perdonar a los demás por una tontería y en ocasiones vivimos con rencor, amargados, enfadados, incluso hartos de nuestra mala suerte, sólo porque hemos tenido un mal día y no nos damos cuenta que nuestra vida se nos puede escapar en tan solo unos segundos y que no sirve de nada todo aquello que tenemos, si no conseguimos atrapar la verdadera esencia de la vida.


De esto me di cuenta hace unos días en el hospital, donde acudí para hacerme una resonancia magnética. Hablé con los pacientes que se encontraban en la sala de espera para hacer tiempo. Cada uno contaba su historia y me quedé impresionada con lo que nos dijo una chica joven, de 32 años, que siempre ha llevado una vida sana y de repente un día, de la noche a la mañana, sufrió un ictus, que le ha dejado grandes secuelas de las que aún se está recuperando. Ha estado a punto de morir. Su vida ha cambiado para siempre y esto le impide llevar una vida normal, como el mero hecho de leer un libro o dar un simple paseo sin sentirse extremadamente cansada.


A veces consideramos que nuestra vida es aburrida y que está carente de emociones. Nos sentimos desanimados por no poder ir de vacaciones al lugar que nos gustaría, nos quejamos del insoportable calor que no nos deja dormir por la noche, envidiamos lo que tienen los demás, nos complicamos la vida con tonterías y pensamos que nunca nos sucede nada extraordinario y no nos damos cuenta que lo realmente extraordinario y que parece invisible a nuestros ojos, es algo tan simple como encontrarnos bien y poder disfrutar de una vida sana en condiciones normales.


Por eso, antes de quejarte y pensar que tu vida es una mierda, cuenta hasta diez y mira a tu alrededor. Todos tenemos problemas de todo tipo, sufrimos la crisis en mayor o menor medida. Muchas personas continúan en paro desde hace más de 6 años, con su vida y sus sueños detenidos a la espera de una oportunidad mejor. otras se han tenido que marchar a otro país y empezar de cero en un lugar desconocido, sin el apoyo y cariño de sus familiares y amigos. Conozco personas cuyas vidas son muy complicadas, pero a pesar de todo lo que nos sucede y de que la vida está en constante cambio y el mundo tal y como lo conocíamos ha dejado de existir, a pesar de todo eso, el sol sigue saliendo cada día y si eso sucede y estás lleno de salud y energía, eres capaz de gestionar tu tiempo y sigues respirando, aunque a veces te falle el ánimo y te venzan las fuerzas, no dejes de sonreir a la vida y considérate afortunado, porque eres portador de un verdadero tesoro.


Es una pena que no nos demos cuenta de la inmensa suerte que tenemos y que día tras día repitamos los mismos errores, las mismas quejas y lamentos, sin hacer nada y sin aprovechar el maravilloso regalo que la vida nos brinda cada día, como es el hecho de sentirnos bien con nosotros mismos y de saber, que puedes conseguir aquello que desees en la vida, sin límites. Porque los límites no los pone el dinero, ni la falta de medios (que en realidad nos ayudan a desarrollar nuestra creatividad al crear nuevas formas de sobrevivir con recursos limitados), los mayores obstáculos están en nuestra propia mente y sólo nosotros podemos romper la barrera que nos impide caminar hacia el lugar al que deseamos llegar en la vida.


Así que, cuando te sientas agobiado y no veas con claridad tu horizonte, comienza ordenando tu espacio mental, simplifica y elimina aquello que no te aporte nada y para ello debes comenzar por tu hogar, ese lugar donde vives cada día y donde compartes tus sueños e inquietudes o guardas tus penas y alegrías y es reflejo de tu felicidad o de tu tristeza. Deshazte de aquello que ya no te sirve y crea nuevos espacios en los que puedas seguir desarrollándote y creciendo como persona. Ábrete a la posibilidad del vacío, de empezar de cero, de no saber qué va a pasar y verás como nuevas oportunidades aparecen y comienzan a suceder cosas mágicas en tu vida. Esto también se extiende a las personas que te rodean, aléjate de la gente tóxica, de aquellos que no te aportan nada y deja espacio libre para aquellos que realmente merezcan la pena y te puedan hacer crecer como persona. 


Cuando hagas esto, te sentirás mejor contigo mismo y verás cómo las piezas de tu alma comienzan a encajar y tus sueños se hacen libres y se elevan al infinito, acercándote a ese lugar del universo dónde sólo habitan las estrellas.  



domingo, 19 de julio de 2015

EL LIBRO DE TU VIDA

Hace varios días, tuvieron que realizar la nueva instalación de electricidad en mi casa y para ello fue necesario vaciar la estantería de libros que hay en el salón, pues los cables iban por detrás de la misma y era imprescindible desmontarla. Fue una tarea ardua, sobre todo porque mi casa es muy pequeña y no tengo espacio suficiente para colocar tantos libros en otra habitación. 

Comencé a revisar todos y cada uno de mis libros y retrocedí varios años atrás en el tiempo y lo cierto es, que ya no me sentía identificada con la mayoría de ellos, ni tampoco comprendía cómo había acumulado diferentes colecciones de libros que he ido comprando a lo largo de estos años o que me han regalado y no he leído nunca, ni tengo intención de leer. Tan sólo han formado parte de la estantería, pero no de mi vida.

En ese momento me dí cuenta que debía deshacerme de todos aquellos libros que no pensaba leer nunca y de aquellos que ya he leído y que no voy a leer una segunda vez, porque han pasado más de quince años desde que comencé a formar mi propia biblioteca y me he dado cuenta que realmente la vida es muy corta y tus gustos e intereses van cambiando con el paso del tiempo y aún me quedan cientos de libros que me gustaría leer y no puedo aferrarme a aquellos con los que ya no siento ningún tipo de vínculo. Por lo tanto, había llegado el momento preciso de dejar de mirar hacia atrás y despedirme de ellos. Y esta obra de electricidad, era la excusa perfecta para hacerlo. 

He contactado con varias bibliotecas públicas, fundaciones, residencias de ancianos y espacios de igualdad para donarles mis libros y también una colección de películas, pero no se han mostrado interesados, así que finalmente me he decantado por una ONG que sí ha mostrado interés e ilusión y de la que además me ha gustado su proyecto, pues han desarrollado una especie de librería solidaria llamada Tuuu Librería, pero es algo más que una librería solidaria, porque recogen todo tipo de libros y DVDs y tienen dos locales, uno en la calle Covarrubias 38 y otro en la calle Padilla 78 de Madrid, donde cualquier persona puede llevarse tantos libros como quiera a cambio de un donativo o bien puedes hacerte suscriptor por una pequeña cantidad anual. Con ello hacen que la lectura sea accesible a todos aquellos que no pueden permitirse el lujo de pagar lo que cuesta hoy en día un libro, que sólo van a leer una vez y además con el dinero recaudado financian proyectos de fomento a la lectura, pues una parte de los beneficios de la librería se emplean en enviar libros y material escolar a colegios de Madrid o Latinoamérica, así que, de alguna manera, sé que con esta pequeña contribución, mis libros acompañarán a personas anónimas que no llegaré a conocer nunca, pero siento, como si una parte de mí pasara a formar parte de ellos, pues estos libros han sido parte de mi vida durante mucho tiempo

Me ha dado pena decirle adiós a mis libros, pero sé que otras personas estarán deseando leerlos por vez primera y experimentar la sensación de felicidad y de compañía que te proporciona un libro, como viví yo cuando los leí y es un sentimiento que debes compartir con los demás. Esto me ha impulsado a dejar mi estantería casi vacía, como si acabara de mudarme a una nueva casa. Y he de decir que he sentido un gran alivio al ver el espacio otra vez vacío, como si una nueva vida estuviera a punto de surgir, porque los seres humanos tenemos tendencia a ir acumulando objetos y eso obstaculiza y complica nuestra existencia y nos impide ver con claridad el camino a seguir.

Creo que ha llegado el momento de comenzar un nuevo libro en mi vida y sentía desde hacía tiempo que no podía comenzar una nueva etapa y una nueva página en blanco si antes no rompía con un pasado que no me dejaba avanzar, porque los libros te hacen viajar a otros mundos, te llenan de ilusión y de enseñanza, a veces de un sentimiento de melancolía, pero también pueden convertirse en un lastre y en un gran obstáculo cuando sabes que ya no los vas a usar más que para decorar el salón de tu casa y están ahí, día tras día, mirándote inmóviles, con sus páginas cerradas cubiertas de polvo y con sus personajes e historias inertes y carentes de vida, como si estuvieras impidiéndoles contar su historia, cosa que nunca debería de suceder, porque cada libro tiene alma propia y debemos dejar que sigan transmitiendo su legado de generación en generación, a través del tiempo.  

Esto me ha servido para reflexionar sobre la vida en general y sobre mi vida en particular...¿por qué a veces seguimos demasiado tiempo en el mismo sitio y no conseguimos avanzar? ¿Qué es lo que nos impide hacerlo?. Quizá debamos hacer una revisión profunda sobre aquellas cadenas que nos impiden seguir adelante y que no somos capaces de romper. 

Siempre solemos culpar a los demás de nuestra situación. A la crisis, a la familia, a nuestra pareja, a las circunstancias que nos ha tocado vivir....pero quizá ha llegado el momento de limpiar las estanterías de tu vida y comenzar de nuevo. Sé que puede suponer un proceso doloroso, pero es necesario poner en orden tu pasado, limpiar el polvo y seguir caminando en el presente, empezando de cero. Sé que ya lo he comentado en otras ocasiones, pero creo que nuestro mayor enemigo no es el paso del tiempo, ni la falta de ilusión, ni la pérdida de valores de la sociedad (que por supuesto existe). Nuestro mayor enemigo a combatir es la incertidumbre que nos acecha a cada segundo y la ansiedad que nos genera el querer conseguir todo ahora mismo, sin dejar el espacio y el momento adecuado para que se produzca. El miedo a qué pasará mañana es el que realmente nos vuelve cobardes, nos acelera y a su vez nos quita las ganas de vivir hoy y de poner pequeños retos a nuestra vida cotidiana que nos ayuden a caminar cada día con ilusión y esperanza.

Casi siempre estamos pensando en cómo saldremos adelante el mes próximo, en cómo pasaremos las vacaciones y qué haremos cuando llegue septiembre y comience un nuevo curso. Nos agobian todos los obstáculos y problemas que pensamos que tendremos la semana próxima, pero que aún no existen (sólo existen en nuestra cabeza). Es como si anticipáramos el final de un libro, antes de haber terminado de leerlo, dando por hecho algo que tal vez nunca sucederá.

Pero...¿realmente nos preocupamos por lo que nos está ocurriendo en este instante? ¿por cómo nos sentimos ahora mismo?. ¿Ponemos nuestro granito de arena para contribuir a que este momento de nuestra vida sea mejor? NO, no lo hacemos y nuestra vida se convierte en otro libro cerrado que nunca se transformará en un bestseller por el que alguien tenga interés, porque ni siquiera nosotros tenemos interés en nosotros mismos, ni queremos contar nuestra historia, preferimos que otros lo hagan y decidan por nosotros, porque siempre pensamos que no podemos hacer nada y que no depende de nuestra voluntad. Pero realmente nuestra mente tiene más poder del que creemos. Con nuestro pensamiento podemos cambiar muchas cosas y transformar el universo, cambiando nosotros mismos y nuestra forma de pensar. Sólo hay que dar ese paso, enfocarse en ello. Tú puedes modelar tu vida como desees, pero para ello debes creer en tí y dar opción a que esa posibilidad exista. Por tanto, el primer cambio comienza siempre dentro de tí mismo. 

De todos los libros que has leído a lo largo de tu vida, ¿cuáles son los que han dejado una huella más profunda en tu persona?, ¿qué es lo que te ha atrapado de esas historias?. Seguro que los personajes protagonistas tenían valores que admirabas y vivieron situaciones extraordinarias en diferentes épocas, de las que a tí también te hubiera gustado formar parte....pero nunca es tarde para lograrlo. El libro de tu vida aún está por escribir, porque puedes cambiar el argumento en el momento que decidas. Falta el ingrediente más importante...TÚ. Tú puedes lograr aquello que desees, ten fé en ti mismo y construye tu propio destino. Añade a tu vida los instantes de aquellas novelas que hayan aportado más cosas positivas a tu alma y vívelas en primera persona con amor, entrega, pasión y generosidad, siendo el narrador y el protagonista de tu verdadera historia. 

Me gustaría terminar estas líneas animándote a que no dejes que tu vida se quede olvidada en cualquier estantería y se convierta en otro libro que no ha merecido la pena leer, porque no has vivido aquello que realmente anhelabas y abre las páginas de tu alma a una vida auténtica y plena. Para ello debes escucharte a ti mismo y escuchar tu corazón, así lograrás hacer aquello que más te llene. Seguro que más de una vez te equivocas y llenas las páginas de tachones, pero esto te servirá para avanzar más en el libro que conforma tu vida y así encontrarás el camino que realmente deseabas seguir, porque de casi todos los errores que cometemos surgen las mejores experiencias de nuestra existencia y aparecen los escalones que nos elevan a nuestras metas. 


Te invito a ser el protagonista de tus sueños y a comenzar a vivir la vida que siempre has deseado. Te invito a darte permiso para ser feliz y para vivir plenamente, siendo consciente del momento presente. Tu libro te está esperando, hay muchas páginas en blanco y sólo tú puedes contarlo en primera persona....¿a qué estás esperando?. Ahora es tu momento.