Los límites fueron creados para hacernos renunciar a nuestros sueños, para hacernos creer que nunca seremos capaces de llegar más allá, para hacernos - en definitiva - renunciar a nuestro poder personal.
Sin embargo puedes subir la montaña que decidas, correr a gran velocidad, atravesar un océano, aprender varios idiomas, empezar de cero en otro país, reinventarte de nuevo ...Los límites sólo los pones tú; no las cosas, ni las circunstancias, ni otras personas.
Pero nunca es tarde para derribar el muro que te separa a ti
mismo de de ti mismo y para ser TÚ en mayúsculas: sin guiones, sin paréntesis,
sin punto y coma... TÚ y sólo TÚ libre para siempre.
En la vida no existe sólo una segunda oportunidad...existen terceras, cuartas, quintas oportunidades... todas las que quieras darte a ti mismo, siempre y cuando no te pongas límites. Y si decides ponértelos, sé el arquitecto y decorador de tu propio muro, no delegues esa tarea en otras personas, que nadie lo diseñe y decore por ti.
Sólo tú puedes y debes decidir dónde está tu límite.
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