¿Alguna vez has sentido que en lugar de vivir estás sobreviviendo? Y con sobrevivir me refiero a que no puedes vivir la vida que te gustaría porque no tienes trabajo, ni medios para salir adelante y estás aguantando como puedes la situación que te ha tocado vivir. Hace unos días me hacía esta pregunta a mí misma mientras pensaba en el cambio radical que ha dado mi vida en los últimos cuatro años. Estoy segura que a ti también te ha pasado o quizá estás atravesando esta situación en estos momentos, por eso me gustaría contarte mi experiencia.
Hubo un tiempo en mi vida en el que parecía haber alcanzado ese estado en el que todo ser humano cree tener todo lo que necesita para ser feliz: una buena salud, un buen trabajo, una hermosa casa y una vida llena de sueños y posibilidades. De repente, el día menos pensado te vas a dormir y cuando te despiertas a la mañana siguiente te das cuenta que tu mundo ha desaparecido y que todo aquello que tenías y con lo que eras, o creías ser feliz, ha dejado de existir para siempre y te encuentras con el paso cambiado y con las manos completamente vacías.
¿Alguna vez te ha sucedido esto? A mí...varias veces y quizá esta última ha sido la más prolongada en el tiempo y la que más huella ha dejado en mi persona. Así cuando más confiado te encuentras, ves asomar en la pantalla de tu vida las letras de "partida terminada" y te ves otra vez pulsando el botón de "START" y comenzando una nueva partida desde el principio, por la "fase cero", la misma donde comenzaste hace años el juego de tu vida y que ya habías superado con buena puntuación cuando eras joven y tenías sueños e ilusiones y ahora, años después y sin terminar de creerlo aún, debes empezar otra partida sin nada de lo que tenías antes. Los premios y recompensas adquiridos han desaparecido y empiezas con "cero puntos" en el marcador, justo cuando pensabas que te encontrabas en un camino estable, feliz y que lo estabas haciendo bien. Y ahora te sientes inseguro, vulnerable, golpeado por la vida y comienzas a perder estabilidad y a no saber por dónde tirar. La incertidumbre se apodera de tu vida y tu salud comienza a resentirse. Te sientes incapaz de hacer cosas que antes podías hacer incluso con los ojos cerrados y sientes miedo, mucho miedo. Comienzas a perder la esperanza y piensas que ya nunca más volverás a tener una vida normal. Todos tus referentes desaparecen. También aquellos a quienes considerabas amigos. Y te encuentras solo ante un mundo cada vez más tecnológico y distante, con el que no te sientes nada identificado.
La vida es un juego, pero no te aferres desesperadamente a una partida porque la partida puede comenzar de nuevo en cualquier momento. No te aferres a una situación, ni a un estatus, ni a una persona, ni a un determinado tipo de vida, porque todo aquello que conocías puede desaparecer en tan solo un segundo y debes aprender a adaptarte a los cambios que se producen en tu vida y tener la fortaleza necesaria para no rendirte y comenzar de nuevo. Puede que no tengas la misma ilusión que tenías al principio y que sientas que tus sueños han sido destruidos, pero no olvides que cuentas con un importante comodín: la experiencia que los años te han proporcionado, sabes cómo manejar determinadas situaciones y hasta dónde puedes llegar y si además conservas la capacidad de creer en ti mismo, verás cómo de un problema difícil nacerá la oportunidad de profundizar en aspectos de tu persona que desconocías y descubrirás nuevas posibilidades donde antes sólo parecía haber vacío e incertidumbre.
La crisis actual nos está dando la posibilidad de conocernos mejor a nosotros mismos y no todos los días se tiene una oportunidad así, aprovéchala. A veces la vida te da más tiempo libre del que desearías para que trabajes contigo mismo y desarrolles nuevas capacidades. Si lo ves de esta manera te darás cuenta de lo afortunado que eres. Te puedo asegurar que en este tiempo, a pesar de haber pasado malos momentos, como todos, he aprendido a conocerme mejor a mí misma y también a superar situaciones que antes no sabía cómo manejar. Uno de mis retos más difíciles era el de aprender a ponerme en mi sitio ante determinadas personas y situaciones, obstáculo que seguía en mi camino y con el que seguía tropezando por tiempo indefinido y a fuerza de pasar tiempo conmigo misma y de conocer mis fortalezas y debilidades y trabajar sobre ellas, he desarrollado la habilidad necesaria para poder hacerlo y cuando he mirado atrás he pensado en lo positiva que ha sido esta experiencia de largo tiempo en desempleo para ayudarme a crecer como persona, porque los problemas son la llave que nos abren la puerta del lugar dónde realmente queremos estar en la vida y si no existieran seguiríamos siempre en el mismo sitio, dando vueltas como las moscas y sin llegar al lugar que nos corresponde.
A veces le prestamos demasiada atención a cosas banales, vivimos inconscientemente, sin darnos cuenta de lo realmente importante y sólo cuando la vida nos sacude y nos saca de nuestra zona de confort nos damos cuenta que en realidad la vida que estábamos viviendo nos hacía infelices y que ahora es cuándo hemos descubierto quiénes somos realmente y dónde se encuentra el camino que queremos recorrer, aquél donde queremos que comience "el primer día del resto de nuestra vida".
Así que, si alguna vez la vida te pone en la tesitura de tener que "sobrevivir" en una situación determinada, recuerda que sobrevivir significa "seguir vivo" y que a partir de una experiencia difícil tendrás la oportunidad de fortalecerte, crecer como persona y comenzar a vivir plenamente, porque descubrirás el nuevo ser humano que ha nacido en ti y así surgirá en ti la victoria y la posibilidad de hacer tus sueños realidad con cada nuevo amanecer.
No me gustaría finalizar la historia de mi vida sin antes decirte que no tengas miedo de apretar el botón de "start" cuantas veces sea necesario, porque la partida es tuya y siempre serás protagonista y vencedor en el juego de tu vida. Así que ánimo y adelante. Tú puedes conseguir todo aquello que te propongas y para ello debes creer en ti mismo y confiar en tus posibilidades, que son infinitas.
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